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1968• Edificio BANAP, Sabana Grande

Se concluye la construcción del Edificio BANAP, ubicado en la esquina de Av. Abraham Lincoln (hoy Boulevard de Sabana Grande) con la avenida Los Jabillos, Sabana Grande, proyectado por Guido Bermúdez Briceño (1925-2001), egresado de la Escuela de Arquitectura, adscrita a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad Central de Venezuela, en la segunda promoción de arquitectos (A2/1951).

El Edificio BANAP tiene una planta baja con locales comerciales de dos niveles, independientes de la torre, cuyas entradas se encuentran directamente sobre el Boulevard de Sabana Grande.
En el vestíbulo de acceso del edifico, que está en un nivel superior al de los locales comerciales, orientado hacia la avenida Los Jabillos (fachada este), se encuentra la circulación vertical del edificio (ascensores y escalera) y la entrada a la muy conocida y popular Galería de Arte BANAP.
La torre tiene 14 pisos tipo. Sus fachadas oeste y este son ciegas, recubiertas con mosaicos vitrificados de color azul que hacen reconocible el edificio desde la distancia. Las fachadas norte y sur tienen ventanales a todo lo largo, provistos de elementos de concreto que controlan la insolación sin reducir las hermosas vistas, urbana -la del sur- y del Ávila -la norte-. La planta tipo fue concebida por el arquitecto Bermúdez de forma tal que se pudiera utilizar sin subdivisiones o bien con oficinas separadas.
El remate del edificio lo constituye la planta Pent-House. que tiene una distribución diferente.
El edificio de oficinas está acompañado por un prisma más alto que contiene un estacionamiento vertical para vehículos, al cual se le accede desde la Avenida Francisco Solano.

Con los diferentes cambios ocurridos en el Sistema Bancario Nacional y la construcción de la nueva sede del Banco Nacional de Ahorro y Préstamo (BANAP), ubicada en la avenida Venezuela de la Urbanización, El Rosal, Caracas, proyectada también por Guido Bermúdez, en colaboración con el arquitecto Jesús Paz Delfín (FAU UCV, promoción 25 C/1978) y con proyecto estructural del ingeniero Karlis Gravís (FI UCV, 1967), el edificio de Sabana Grande se abandonó y fue invadido en su totalidad, destruyendo lo que fue un hito urbano.
Entre las múltiples obras proyectadas y construida por el arquitecto Guido Bermúdez Briceño destacan: La Unidad Habitación Cerro Grande, El Valle, Caracas. (Banco Obrero, 1952); Escuela para Formación de Oficiales de las Fuerzas Armadas de Venezuela (1956); el Centro Profesional Jacinto Lara, Barquisimeto (1957); el Pabellón de Venezuela en la Exposición Internacional de la Construcción, INTERBAU (Berlín, Alemania, 1957); y el Templo Nacional San Juan Bosco, Urb. Altamira) (1968)


Fotografía: Julio César Mesa

HVH

Sucursal del Banco Caracas, Calle negrín con avenida francisco solano

1967• Se concluye la construcción y es inaugurada la Sucursal del Banco Caracas ubicada en el cruce de la calle Negrín con la avenida La Iglesia (hoy Av. Francisco Solano), Sabana Grande, proyectada por la firma Galia Arquitectos, integrada por el maestro José Miguel Galia (1919-2009) con la colaboración del arquitecto Adolfo Maslach, 1935-2013).
La agencia bancaria, de un solo nivel, edificación de carácter temporal, construida mayoritariamente en concreto, en obra limpia a la vista, estaba rodeada de espacios cubiertos con pérgolas, señalando la esquina de la parcela con un marcador vertical con el logotipo del banco. El espacio central de la agencia donde se desarrollan los servicios bancarios, tanto públicos como de servicio de apoyo, tiene en su entorno tres pequeñas oficinas, dos bóvedas bancarias con paredes de paredes reforzadas, sanitarios públicos y un espacio de servicio.
La edificación que ocupó la agencia fue demolida pocos años después y en el terreno integrado con otros vecinos, se construyó el Centro Residencial Solano, proyectado por los arquitectos Francisco Pimentel, Bernardo Borges y Oscar Capiello L. e inaugurado en 1998.
El arquitecto Maslach colaboró en el diseño del edificio sede de Seguros Orinoco, esquina Socarrás, Caracas, con el cual el maestro Galia fue galardonado con el Premio Nacional de Arquitectura 1973.

HVH

¿SABÍA USTED…

… que el 15 de abril de 1953 es inaugurado el teatro Radio City, ubicado sobre la que entonces era conocida como Calle Real de Sabana Grande?

1. Natalio Yunis. Teatro Radio City (1953)

El año de 1953, momento en que abre sus puertas el teatro Radio City, Caracas vivía un momento estelar en cuanto a la construcción de la imagen moderna que durante décadas la caracterizó. A lo largo de aquellos doce meses se inauguraron la autopista Caracas-La Guaira, la autopista del Este, la avenida Baralt, la Cota 905 (avenida Guzmán Blanco) y la avenida Urdaneta; también el Aula Magna y todo el Conjunto Central de la Ciudad Universitaria de Caracas, el Pasaje Zingg, el Círculo Militar, el Hotel Tamanaco y el Centro Profesional del Este; en Colinas de Bello Monte se terminaban la impactante Villa Monzeglio y la quinta L y M; y la antigua Carretera del Este consolidada como vía de conexión del centro de la ciudad con Petare y más particularmente en el tramo que iba desde la Plaza Venezuela y Chacaíto, se convertía en el eje comercial más importante y exclusivo de la capital, concluyéndose junto al Radio City, el Centro Comercial del Este (más hacia la avenida Casanova) y la sucursal del Banco Unión que sería acompañada al año siguiente en la acera de enfrente por la del Banco Mercantil y Agrícola. Como importante complemento de la dinamización de la vida urbana que ya se estaba dando, Henry Charrière abría a escasos metros del edificio que hoy nos ocupa, justamente en 1953, El Gran Café local que con el tiempo se convertiría en punto de encuentro de la bohemia e intelectualidad caraqueña.

Por tanto, el Radio City será una pieza adicional e importante de la “Calle Real” de la antigua población de Sabana Grande, devenida posteriormente en avenida Abraham Lincoln y hoy en Bulevar luego de la inauguración del Metro en 1983.

2. Plano de la ciudad de Santiago de León de Caracas en el año 1810
3. Los bueyes del arado en Sabana Grande (1930).
4. Izquierda: Eduardo Röhl. Plano de Caracas y sus alrededores, 1934. Derecha: Inicio del actual bulevar de Sabana Grande, luego de pasar el sector Los Chaguaramos (hoy Gran Avenida, adyacencias de Plaza Venezuela).
5. Calle Real de Sabana Grande de noche en los años 1950
6. Gran Café de Sabana Grande. Años 1970

Según relata Vicente Quintero en “La Historia de Sabana Grande (Caracas): una ruleta de fuertes altibajos”, apoyado en el artículo “Sabana Grande era un leprosario” de la periodista Aliana González aparecido en el diario Tal Cual el año 2001, “Entre la quebrada de Maripérez y la quebrada de Chacaíto había una sabana grande y plana. De allí el nombre que empezó a tomar el pequeño pueblo que, en 1760, se formó con los caraqueños que preferían vivir en tranquilidad y acompañados del buen clima. El camino al Este, que llevaba hasta Petare, da origen a la Calle Real de Sabana Grande y aparece en el plano de Caracas de 1801, pero ya en 1810 se empieza a leer con el nombre de Camino Real de Sabana Grande. Era un cruce de caminos… por lo que desde muy temprano se empezaron a instalar posadas y tiendas de mercancía. El Camino Real de Sabana Grande se iniciaba en el peaje que se encontraba al pasar el puente Anauco, límite entonces de la ciudad de Caracas, y llegaba a Petare, por lo que hoy es la Francisco de Miranda.”

El área formará parte desde el 4 de noviembre de 1877 de la parroquia de “La Inmaculada Concepción y San José del Recreo” creada por el presbítero José Botel Peraza. Ya Sabana Grande, tuvo ermita en 1780, y había sido elevada a parroquia civil el 22 noviembre de 1852 y a parroquia eclesiástica el 22 de febrero de 1864.

El desarrollo comercial definitivo de la Calle Real de Sabana Grande, ya incipiente desde sus orígenes, se empieza a acelerar desde que en 1912 comenzaron a transitar los vehículos por esta vía, al crearse una línea de transporte entre la Plaza Bolívar de Caracas y Petare, y más aún cuando  a partir de los años 30, con el crecimiento de la ciudad, los pueblos y haciendas del este del valle se fueron transformando en urbanizaciones, zonas residenciales y comerciales, para las que la antigua Calle Real era un eje vial de importancia. Entre finales de la década de los años 40 y los 70 del siglo XX podría decirse de la avenida cobra buena parte de la su fisonomía actual siendo de vital importancia el asentamiento temprano de piezas como el cine Las Acacias y el edificio Los Andes hacia el oeste y el cine Broadway, el Banco de Venezuela y el hospital San Juan de Dios al este, amén del acompañamiento de una ordenanza de zonificación que permitió ir llenando la avenida de edificaciones de uso mixto con comercio en planta baja en las que se fueron ubicando las firmas más reconocidas del país entre las que puede anotarse una cantidad asombrosa de joyerías, así como expendios de comida, “incluidos los cafés al aire libre que los caraqueños adoraron desde el primer momento, y muchos bares” como dirá Milagros Socorro en el artículo “Sabana Grande, algo posible y maravilloso” aparecido en Prodavinci el 26 de enero de este año. A partir de 1976, cuando se inician las obras de la línea 1 del Metro, se cierra el tránsito automotor y se convierte, como ya adelantamos, a partir de 1983 en bulevar peatonal.

7. Edificio Nivaldo, edificio Continental, edificio Galerías Bolívar y edificio del cine Radio City, Sabana Grande, Caracas
8. Izquierda: Detalle de la escultura que remata el teatro Rado City. Derecha: Cine Radio City, Caracas, años 60.
9. Taquillas del Radio City

Ubicado en el último tercio en sentido este-oeste de los 1.6 kilómetros de la arteria que va desde la quebrada de Chacaíto hasta la avenida Las Acacias, el Radio City ocupa la mayor proporción de una edificación de uso mixto proyectada por el ingeniero Natalio Yunis, graduado en la Facultad de Ingeniería de la UCV en 1948, autor de las célebres Quintas Aéreas de El Paraíso (1958) y del edificio Roraima (1957), ubicado sobre la avenida Francisco de Miranda a la altura de El Rosal.

Emulando, salvando todas las distancias y dimensiones, al conocido Radio City Music Hall de New York, el diseño de la versión caraqueña incorporó importantes motivos y recursos provenientes del estilo art déco al que se sumaron elementos de una especie de modernismo muy peculiar que proliferó en la ciudad a lo largo de la década de 1950. Además del uso combinado de diversos materiales en el revestimiento de la fachada, pisos y recubrimiento de sus paredes, destaca, como parte de la respuesta urbana regida por la continuidad de las fachadas de los edificios vecinos, el desarrollo sobre la marquesina de entrada de un cuerpo vertical sobre el que se ubicó el nombre de la sala que remata con un voladizo, donde se ubican un águila con sus alas abiertas y una mujer con lanza vencedora. Las taquillas de venta de boletos fueron diseñadas en aluminio y vidrio con la mayor delicadeza asemejando la forma de vasos o cuernos. El teatro se distinguió, además, por ser la única sala en Caracas que tenía standing room, un largo pasadizo con grandes ventanales como antesala.

Con capacidad para 748 espectadores distribuidos en un solo nivel, el Radio City tiene sobre la fachada locales comerciales y, a diferencia del resto de las instalaciones de este tipo, las entradas al espacio principal, dividido en tres secciones, estaban situadas alrededor del mismo y no en los laterales. Tal y como señala Iván González Viso en Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015), el foyer, cuyo piso es de granito en el que se “combinan las iniciales del teatro con patrones geométricos”, posee un cielo raso con elementos art déco además de “murales y nichos dramáticamente iluminados”. Según él, “su mayor atractivo es quizás el tratamiento decorativo del auditorio… En el cielo interior se dibujan franjas simulando rayos de sol que se extienden …, generando una atmosfera de dramatismo propia de los teatros de época, al interior de la sala. Sobre el proscenio, dos sirenas nadando surgen de los lados de la pantalla y sostienen las iniciales del teatro”.

10. El Radio City se inauguró, el 15/04/1953, con la proyección de «Mesalina», épica historia de la mujer más perversa del mundo protagonizada por María Félix

Su inauguración fue engalanada con la proyección del film italiano (en co-producción con España y Francia) «Mesalina», épica historia de la pérfida, disoluta y hermosa emperatriz romana, estrenada en 1951, dirigido por Carmine Gallone y protagonizado por la diva mexicana María Félix. También se recuerda cómo la pianista Frances Monge Bartle, «Paquita», amenizaba a los espectadores mientras ocupaban sus asientos interpretando clásicos del jazz y temas de inolvidables películas.

El mismo año en que fue inaugurado, el Radio City introdujo en Venezuela la pantalla Cinemascope la cual fue de tanto interés que hasta el entonces presidente Marcos Pérez Jiménez utilizó el palco presidencial de esta sala para apreciar este nuevo formato.

Dos importantes publicaciones refieren al Radio City como una de las más importantes salas de los años 50: Inventario del olvido (1992) de Guillermo Barrios y Los cines de Caracas en el tiempo de los cines (1994) de Nicolás Sidorkovs. Para el primero su esplendor lo alejó de la simple denominación de una sala de proyección y lo colocó en la categoría patrimonial de “palacio del cine”, presentándose además como emblema de la modernidad caraqueña y como símbolo de la ciudad cosmopolita, por utilizar los criterios más avanzados de la época y los estilos arquitectónicos más vanguardistas. Para el segundo “Aunque el Radio City conservaba algunos elementos rígidos en su interior, el lobby, los escalones y la forma –tanto en el plano como en el espacio– eran circulares. Asimismo, el cine se acopló a ese ambiente fantasioso de la época: tanto sus taquillas con forma de cuerno, como aquellas sirenas que se elevaban alrededor del arco de la pantalla eran elementos que carecían de agresividad”.

11. Fotografía reciente del teatro Radio City

Desde su apertura hasta nuestros días el Radio City ha sido testigo de las transformaciones sufridas en su entorno y objeto de numerosas agresiones en su interior producto de incompatibles cambios de uso los cuales han derivado en su desmantelamiento todo lo cual hace muy difícil su rescate. Su historia permite rememorar el paso por allí de inolvidables películas y la realización importantes eventos entre los que vale la pena recordar: la Convención Nacional de Copei de 1972 destinada a seleccionar el candidato presidencial del partido político a las elecciones de 1973, donde se originó la leyenda del “hombre del maletín” (el primero, ya que más recientemente Antonini Wilson se convirtió en el segundo); o el festival que entre el 10 de noviembre y el 4 de diciembre de 1999 reunió a grupos como “Los Caramelos de Cianuro”, “Sentimiento Muerto”, “Los Amigos Invisibles” y “Bacalao Men”, entre otros. Para concluir, tomamos prestada la siguiente expresión de Iván González Viso dada su vigencia:Hoy el lujoso teatro, uno de los mas bellos de la capital, se debate entre permanecer o morir”.

ACA

Procedencia de las imágenes

  1. https://www.pinterest.es/pin/179299628887952144/

2 y 4 izquierda. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

3 y 4 derecha. https://vicentequintero.medium.com/la-historia-de-sabana-grande-caracas-una-ruleta-de-fuertes-altibajos-vicente-quintero-3496a06a90dd.

5. https://noesfm.com/cinco-canciones-que-suenan-a-caracas/

6. https://elestimulo.com/bienmesabe/el-gran-cafe-nido-de-la-vanguardia-caraquena/

7. https://twitter.com/caracascuentame/status/879026822100471809?lang=fr

8 izquierda, 9 y 10. https://twitter.com/gfdevenezuela/status/1083350447254052869?lang=ca.

8 derecha. http://laguiadecaracas.net/28867/caracas-en-concreto-cine-radio-city/

11. http://guiaccs.com/obras/teatro-radio-city/

¿SABÍA USTED…

… que en 1955 está fechado el permiso de construcción del edificio Royal Castle, ubicado en el bulevar de Sabana Grande con Av. Santos Erminy?

En un interesante artículo titulado “ ‘El Especialista’, mito historiográfico o realidad histórica?” aparecido el 7 de septiembre de 2015 en el portal El Estilete. Crítica/Pensamiento/ Arte (http://www.elestilete.com/dossier/el-especialista-mito-historiografico-o-realidad-historica/), los profesores Orlando Marín y Blanca Rivero dan cuenta de una minuciosa pesquisa que emprendieron con la finalidad de corroborar si la autoría de “algunos edificios caraqueños catalogados hasta entonces como ‘anónimos’ gracias a una publicación del Instituto de Arquitectura Urbana: La Vivienda Multifamiliar en Caracas entre 1940 y 1970, editada por Fondur, en 1983”, eran efectivamente de la autoría del “arquitecto proyectista” Narciso Bárcenas, a quien se le había colocado el mote o alias de “El Especialista” debido “a la maestría del diseñador en producir un sinnúmero de efectos distintos en una misma edificación, a pesar de que su planta fuese exactamente la misma la que se repitiese en todos los niveles”.

Marín y Rivero, siguiendo la estela dejada a mediados de los noventa por un grupo de profesores y estudiantes de arquitectura de la Universidad Simón Bolívar, al indagar en torno a Narciso Bárcenas, descubren a través del Diccionario biográfico de Venezuela (1953) que era nativo de Cumanacoa (estado Sucre) donde había nacido el 6 de junio de 1925 (fallece en 2008), Doctor en Ciencias Físicas y Matemáticas graduado en 1946 en la Universidad Central de Venezuela y que como ingeniero civil contaba entre sus realizaciones el cálculo del Puente Los Caobos y la Iglesia Nuestra Señora de Coromoto, en El Pinar. Además, al contactarlo directamente recibieron la tajante respuesta de que nada tenía que decir sobre las obras que se le endilgaban como “El Especialista” (sobrenombre que rechazaba y por el que nadie lo conocía en el medio profesional), las cuales habían sido diseñadas “por unos arquitectos y artistas italianos con los cuales había trabajado”. Por otro lado, al ser contactados los ingenieros Santos Michelena y Pedro de la Rosa, compañeros de promoción, “negaron de manera categórica cualquier relación de Bárcenas con el diseño arquitectónico de edificaciones, e incluso algún tipo de sensibilidad o inclinación artística; más bien recalcaron su extraordinaria habilidad en el cálculo estructural y los retos constructivos, disciplinas propias de la ingeniería civil”, acotarán los autores del artículo.

El trabajo de Marín y Rivero, esclarecedor por demás de la manera como se fraguó el amplio y ambiguo término “estilismo anónimo”, utilizado por William Niño Araque para encabezar todo un capítulo de 1950. El espíritu moderno (1998), transcurre a través de las páginas de la Revista del Colegio de Ingenieros de Venezuela donde se publicaban mensualmente los permisos otorgados en el área metropolitana de Caracas por las ingenierías municipales a lo largo de la década de 1950, para finalmente develar cómo “Bárcenas estuvo a cargo de la construcción de, al menos, veintidós edificios multifamiliares entre los años 1953 y 1959, dieciséis de los cuales se ‘permisaron’ en el año 1955, entre ellos los edificios Canaima y Humboldt. No obstante, resultó sorprendente descubrir que en proyectos que parecían ser indudablemente salidos de la mano de ‘El Especialista’, como el edificio Royal Castle, ubicado en el bulevar de Sabana Grande; el Mediterráneo, frente al Centro Comercial El Recreo, o residencias Capri en Altamira, no aparecía su nombre como profesional responsable, sino el de los ingenieros Leopoldo Sucre Figarella, José Behar y Héctor Cardazzi, respectivamente”.

De allí la pregunta que se hacen de inmediato: “¿Serían también Sucre Figarella, Behar y Cardazzi otros ingenieros ‘Especialistas’?”, la cual se responden con asombrosa precisión al detectar que los 201 permisos en los que aparecen como proyectistas Bárcenas (22), Sucre Figarella (64), Behar -quien fuera socio de Bárcenas- (50) y Cardazzi (65) estaban conformados por obras que, tras ser visitadas por Marín y Rivero, se pudo verificar que “no todas presentaban el lenguaje arquitectónico de carácter plástico y la audacia formal que reconocíamos en ‘El Especialista’; incluso, muchas carecían de atributos formales y espaciales, lo que demostraba que estos profesionales trabajaron con diferentes proyectistas y debieron asumir, más bien, el rol de calculistas estructurales y de responsables, ante las autoridades locales, del desarrollo de las obras”.

Por tanto, la presencia oculta en buena parte de la multitud de edificios construidos en Caracas durante los años 50 de la mano de un grupo de profesionales vinculados a la arquitectura que, por no haber obtenido la reválida de sus títulos, trabajaban para ingenieros que si podían firmar los planos, pasa a ser no sólo un capítulo aparte dentro de la historia de la ciudad sino la excusa para que Marín y Rivero hayan llegado a la conclusión provisional de que tras muchos de los que poseían los atributos propios de “El Especialista” se encontraba quizás el delineante italiano H. Ferrato (cuyas iniciales H. F. aparecían en los “cajetines” de los planos de los proyectos “permisados” hechos siempre a mano con “un mismo modelo de rótulo, con igual tipo de letra y caligrafía, y un mismo monograma que se repite siempre en el espacio destinado a la firma del dibujante”), o que en todo caso “más allá de una ‘invención’ historiográfica, quizá ‘El Especialista’ sea un estilo desarrollado por muchos ‘especialistas’ que, como Ferrato, marcaron la imagen de la edilicia urbana caraqueña en el momento de su mayor crecimiento”.

Así, el Royal Castle, edificio interesante si los hay, cuyo proyecto se podría atribuir transitoriamente a Ferrato y que está firmado por el ingeniero Leopoldo Sucre Figarella (1926-1996), de quien hay que recordar que durante los gobiernos adecos, partido al que pertenecía, fue Gobernador del estado Bolívar (1960-1962) y desarrolló una exitosa gestión como Ministro de Obras Públicas (1962-1969) y Presidente de la Corporación Venezolana de Guayana (1984-1993), denota, como buena parte de ese racimo de obras que pudieron salir de la misma mano, un buen manejo de las proporciones, sensibilidad en la respuesta al contexto donde se inserta, dinamismo y plasticidad en el diseño de las fachadas desde una planta tipo similar, cuidado en la diferenciación de las actividades que lo conforman y en la manera como se produce el contacto con el suelo, manejo acertado de la escala y en la forma de definir los accesos, siempre en el marco del máximo aprovechamiento de lo permitido por las ordenanzas, la racionalidad constructiva, la eficiencia funcional y un uso desprejuiciado de códigos propios de la modernidad arquitectónica.

Más allá del “estilismo” al que se puede sumar, el Royal Castle es, dentro del hoy recuperado bulevar de Sabana Grande, muestra de una edificación que no sólo ocupa dignamente una de sus despejadas esquinas sino que evidencia a las claras una particular maestría en cuanto a la forma como se puede responder a esta condición. Es, por tanto, la obsesiva necesidad de dar cuenta del lugar más importante del terreno lo que da origen a la mayor parte de la carga expresiva de esta particular pieza arquitectónica. De este hecho se origina, por un lado, el manejo de elementos verticales lineales y murales que se componen, con la ayuda del color aportado por el mosaico vitrificado de 2 x 2 cms, con pequeños balcones en voladizo plegados y superficies vidriadas, y, por el otro, el realce de la actividad comercial enmarcada con una sutil marquesina de concreto. Este inusitado despliegue de expresividad hace olvidar que estamos en presencia de un eficiente edificio residencial que se posa sutilmente en el suelo y que maneja con sabiduría la transición volumétrica de los usos que contiene, la relación de lo horizontal con lo vertical y la escala urbana; o que también existía un importante compromiso con la esquina norte del terreno o con el resto de sus fachadas que no fue debidamente atendido.

ACA

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Todas. Archivo Fundación Arquitectura y Ciudad